Unas piedras y una mano

Exhibición para ser vista por la ventna, en SOPA, La Plata.del 31 de julio al 31 de agosto de 2020 (año de la pandemia del Covid-19)texto por Marina Panfili

1

Dani juega con piedras.

Me pregunto qué despertó esa curiosidad lítica.

Qué gesto originario la impulsa. 

Como si fuera la primera vez las observa, las manipula, las deja rodar, las hace sonar entre sí. 

Pero no les busca una función o un fin más allá de esa indagación. No explica nada, no las usa para. 

Está con ellas. 

Conviven.

Hoy las piedras habitan este espacio vacío de cuerpos humanos. Materializan el sueño de habitar-con-otres una casa compartida. El hacer, el estar, el habitar con otres. 

La comunidad. 

Hoy las piedras están por él y no con él.

El cuerpo de las piedras realiza el proyecto. 


2

Tendemos a creer que la piedra es dura y resistente. 

Pero la piedra es modelada por el agua y por el viento. 

La piedra muta por el calor.

Por el tiempo y la acción sostenida. 

¿Dónde radica la fortaleza de la piedra?

¿Piedra, papel o tijera?


3

En escultura, en arquitectura: la piedra para la construcción. 

En historia, en arqueología: los utensilios de piedra.

En la payana, en la rayuela: la piedra del juego.

En las manifestaciones: las piedras de la bronca. 

En las playas de canto rodado de la Patagonia.

La piedra de la locura. Los cálculos renales y biliares: las piedras del cuerpo.

En geología no dicen piedra, hablan de rocas y minerales. Pero la Tierra es una piedra y es posible leer su historia en ella. 


4

¿Se puede escribir con una piedra?

Claro que sí, 

el grafito es una piedra.


Hubo una época en que me sentía pétrea, tan distinta a mi yo mutante actual. Entonces me preguntaba qué hacer con una piedra, con mi cuerpo-piedra. 

Creía que era una condición restrictiva y se volvió angustiante. 

Ahora puedo ver en las piedras un modo de vida.