HORIZONTES

Audios de Agustina Bianchi, Alicia Vandamme, Carlos Servat, Celestina Alessio, Clara Tapia, Daniela Camezzana, Gabriela Caregnato, Jevi, Nicolás Cuello, Nicolás Bang y Nilda Rosemberg

Camino (3'32'') - N.B.

Mi lugar favorito, un lugar donde me gustaría descansar constantemente y poder vivir de por vida mirando ese paisaje está a más de dos mil kilómetros de casa. Me gustaría hacer el camino sin ningún problema todos los días de mi vida para poder tener ese premio que es llegar a ese lugar. Cuando uno accede al Parque Nacional los Alerce por la mano de Cholila el primer lago que uno se encuentra es el lago Rivadavia. A los diez kilómetros, más o menos, entre los diez y los quince kilómetros, después del puesto de parques nacionales, de lo que es el ingreso, por el ingreso norte, uno se encuentra con el camping Parque Rivadavia. Ingresando al camping uno accede a las orillas del lago. EL lago no es el lugar que más me gusta o que me genera una atracción eterna si no que caminando por la orilla del lago, hacia el sur uno va viendo un gran paredón de una montaña, es una gran piedra que da comienzo a una apertura de un pequeño espejo de agua, parte final del lago, que va a dar inicio a lo que se denominaría el río Rivadavia. Lo que a mi me gusta es eso, es la boca del río Rivadavia, la boca de nacimiento del río Rivadavia que termina desaguando o llevando agua hacia el lago verde. Ese lugar es hermoso, tiene un gran frente de piedra y uno puede ver a las truchas y la vegetación submarina como si estuvieran sin agua ¿no?, la transparencia del lago Rivadavia hace que uno pueda ver el lecho y la profundidad del lecho. Nos encontramos ahí en lugares muy profundos. Si fuera por mi, viviría por ahí toda mi vida. Entiendo muy bien cuando el pueblo Mapuche hace defensa de esos territorios porque son territorios que están tocados por la naturaleza. Ahí se pueden ver árboles antiquísimos, pájaros, peces que ya había dicho y a su vez, también, en el período de verano es un lugar que es muy acogedor, porque es fresco pero a su vez también tiene la posibilidad de poder meterse al lago. En invierno, nada, la nieve ocupa casi, muchas veces, más de un metro pero uno puede ver las liebres y las huellitas de las liebres yendo hacia algún lugar. Uno puede ver el movimiento de los huemules que no es muy común verlos pero cada tanto aparecen. Puede ver pequeños alerces ¿sí?, por eso es un lugar que me parece que es fascinante.

Camino - NB.mp3

Huella (5'06'') - DC

Hoy, un sitio que me interesa o que me atrae, que visito de vez en cuando, cuando necesito salir a despejar la cabeza o cuando salgo de excursión. Está fuera de la ciudad de La Plata, está a tres cuadras de mi casa, en este límite en el que vivo entre Arturo Seguí y Villa Elisa. Es una calle, por decirlo de alguna manera, porque acá es muy difícil saber cuáles son calles, cuáles son caminos, cuáles son ... o exactamente en qué calle está uno porque todas se cortan y vuelven a arrancar y una cosa es lo que dice el trazado y otra cosa es lo que uno va descubriendo a medida que recorre el territorio. Entiendo que es cuatro once, no estoy segura, no se si es, tengo la sospecha de que puede ser cuatro once o un pedacito de cuatro diez que se abrió por el uso de los vecinos pero que en realidad yendo por ciento treinta y nueve uno encuentra el inicio de esa calle, de lo que iba a ser una calle, marcada, con esquinas, con zanjas, como con todo lo de la ley, por decirlo de alguna forma y después, si uno mira hacia adelante, esa calle desaparece, como que termina siendo una huella apenas marcada en el piso, una huella marrón tipo dulce de leche por que acá la tierra es super arcillosa entonces tiene como ese color particular y tiene una textura pegajosa, osea, cuando llueve, si uno se mete en el barro se le queda pegado en la zapatillas, super difícil sacarlo, es algo muy adherente. Una tarde había salido a, no sé, a buscar plantas, en realidad a recolectar manzanilla, era la época en la que estaba la manzanilla a pleno y me metí ahí, en ese, como en esa cueva, porque tiene un especie de efecto de cueva porque a medida que uno avanza en esa huella que está marcada es como que la naturaleza va invadiendo el espacio de lo que sería la calle y en realidad se me juega una fantasía en eso de que es como un pedazo de naturaleza original que quedó, uno ve como esos árboles más... medianos que lo que hacen es extender las ramas hacia la calle, son medio, todos torcidos y lo que más me atrae de este lugar es que uno se va metiendo y empieza a escuchar otras cosas, porque empezás a perder esa amplitud que tiene las calles donde uno ya desforestó, que se escuchan sonidos de muy lejos, en cambio acá es como que vas escuchando más los sonidos de alrededor y empezás a ver, por ejemplo, en uno de los árboles había un pájaro carpintero que estaba como laburando y escuchas como salta de una rama a la otra y como el peso de una rama a la otra y si te quedás super quieto empieza a pasar algo, empezás a percibir movimientos chiquitos, en el pasto, entre los pastizales, entre las plantas, apenas los ves, pero hay algo que todo el tiempo te molesta en el ojo, que es como un pequeño movimiento y empezás a entender que, así como vos estás observando, estás siendo observado y es super interesante porque si uno se queda, si probas quedarte y avanzar poco, avanzar con otro ritmo, de repente empiezan a salir de a uno o de a dos algunos cuises que se asomaban, hasta la mitad de la calle, te miraban y se volvían a meter y en un momento de esta dinámica donde salía el cuis, te chusmea a ver qué onda y se vuelve a esconder, ya empezaron como a salir, a cruzar la calle con normalidad, veías cuises de todos los tamaños, cuises grandes, chiquitos, como una gran familia de cuises y nada, como, es super, no sé, atractivo eso, escuchar, cómo empezás a ver el movimiento del lugar, escuchar las ramitas que se corren de lugar, como que hay algo de los sentidos que se super potencia a partir de quedarse en esa especie de media cuadra en la que sucede todo pero que está como resguardado justamente porque no tiene salida y casi no tiene sentido meterse ahí.

Huella - DC.mp3

Mandarina (1'50'') - NR

Estoy sentada a un metro y medio de altura sobre el suelo en una de las ramas del mandarino. Miro para arriba y hay una nube verde de hojas con lunares naranjas y un perfume muy particular, ese que aparece cuando arrancás la mandarina del árbol, cuando el árbol te la regala. Ese paisaje que deja ver también por detrás, entre la hojas y los frutos, las nubes y el cielo. Hace que mi cabeza esté hacia arriba, mirando hacia arriba, en dirección al cielo, que mis pies esten un poco más elevados de la tierra pero siempre buscando el contacto en ella, que todo mi cuerpo esté acurrucado en una rama, en la rama del mandarino. Ese es el paisaje que recuerdo de la casa de mi mamá cuando yo era chica. El mandarino todavía existe. Hace más de un año,casi un año que no lo veo pero siempre lo recuerdo y, sobre todo en marzo, abril, cuando es la época de comer las mandarinas, me acuerdo de todas las cosas que sucedían en mi, esa pequeña adrenalina y ese perfume que me invadía cuando el árbol me dejaba subir, me hacía de hamaca, de asiento y también me regalaba sus frutos.

Mandarina - NR.mp3

Mangrullo (1'22'') - GAP

El lugar es en Córdoba, el río se llama Reartes, está en el medio de la nada y, bueno, es un lugar mágico para mi. Invierno, verano, en cuanto pueda siempre me doy una escapadita. Están hasta las cenizas de mi padre ahora ahí. En el cerro, en la montaña, con un río de agua cristalina, un pino, una piedra, pinocha, altura, es como un pequeño mangrullo en el paisaje. Ahí voy desde que tengo, desde que tenía, siete años, ocho años y desde ese punto puedo observar todo mi pasado, todos mis veranos, todos mis amigos, mis amores, soles, nubes, lluvias, perfumes. Bueno, hay sierra. Guarda... sigue estando intacto, nadie va a ese lugar, nadie lo elige. Es un lugar como para pasar, tomar un mate y seguir o solamente para mirarlo desde lejos y saber que siempre está.

Mangrullo - GAP.mp3

Oasis (1'08'') - CA

La pampa seca. Un oasis. Intermitentes sonido del viento suave, solo, sin árboles vivos que generen ruidos. Los que hay están secos y blancos aunque aún aferrados a la tierra. Tierra blanca en superficie y muy negra milímetros más abajo. Un horizonte recto y extenso con alguna que otra planta viva, verde, que acompaña a lo lejos. Desde donde estoy, al otro lado, un agua marrón, densa, calma. Se ve como un pelo extremadamente liso con puntas florecidas. La textura cambia, el color también. El sol es anaranjado y grande siempre que se acerca a ese horizonte. Miro mis pies, desde ahí en una mirada panorámica, vertical, curva, hacia adelante y hacia arriba un degradé del negro al celeste en este orden: negro, blanco, marrón, anaranjado, azules, celestes. El fuego, el barro y el agua.

Oasis - CA.mp3

Pájaro (3'01'') - AV

El afuera es una fiesta. Parecen de fiesta y son pájaros como felices. Mas de lo que muchos aquí. Enrarecidos, dolorosos y con aparente alegría. Tal vez sus jefes los amenazaron la última vez que llegaron tarde. Un error más y chau. El pronóstico país les tensa la cara o el desamor, no sé. Postales fuera de pájaros, se cruzan el montesito, se abre un camino alambrado y el manto amarillo de un campo de cebada que llega a un horizonte y otra vez un monte al fondo. Leo mientras tanto: al centro de tu vida donde nunca has estado, dice mi libro. Dice que se lo mandó un amigo al poema ese. Todo corre a algún centro. Al centro de tu vida donde nunca has estado. ¿El molino o el viento en el molino? no es constante. Lo constante es el tiempo que hace, aunque parece no pasa nada, cuando no pasa nada siempre pasa el tiempo que hace. Cohen y su pretendida diferencia entre oir y escuchar. Escucho los pájaro afuera. La fiesta afuera. Es diciembre. Juego sonoro de maravillas, algunos como el sonido del agua cayendo en gotitas muy suaves, otros un silbidito. Suben y bajan de un árbol, es el calor. A la rama, al suelo, a la rama. Vibra ese monte al sol. Un paraíso en la ventana. Otra vez el molino. Leo a Cohen. El fondo de uno mismo y el del horizonte son no solo inconquistables sino inabarcables. Pero lo inabarcable sólo se revela, se deja otear, a través de lo discreto. Lo más grande a través de lo inaparente. El discreto canto de esta fiesta estival por ejemplo. Me gusta el campo porque en una mañana así, en una tarde así, seguro parecida a esta, nació mi padre. Decía que le gustaban lo caballos, siempre decía que le gustaban los caballos. Respeto por las cosas como son dice Ashbery cuando habla de la luz en las pinturas de Porter. Pintar tal vez es eso. No pinto por eso escribo y en ese procedimiento busco la luz tal cual es.

Pájaro - AV.mp3

Peugeot (1'41'') - GC

El paisaje sobre el que voy a contar es un camino. Es un trayecto del Camino del Real que va del encuentro de la ruta 51, siguiendo por la ruta 30, se dobla a la izquierda, tres kilómetros y luego el Camino Real se convierte en tierra, deja de ser asfalto. Son alrededor de 25 kilómetros por tierra hasta el pueblo de Coronel Mom. Es un camino muy ancho, con cielo muy ancho, tiene varios momentos, hay como unas ruinas, después hay un arroyo con el cual el camino se eleva un poco porque está entubado, es un arroyo largo, no me acuerdo cómo se llama. Después hay una parte donde esta el trayecto de las acacias y el trayecto de los eucaliptos y después, donde está la cuchilla que era un antiguo tambo, muy importante, y ya después llega el camino de la recta hasta el pueblo de Coronel. Es ideal para recorrer en la camioneta peugeot 504 blanca del año 86. Para manejarlo es fascinante porque es tan ancho y tiene curvas y la tierra está muy apisonada y, bueno, es genial. Es como una especie de rally. Y para ir en la caja de la camioneta es alucinante porque el cielo es tan ancho que se ve constantemente el horizonte.

Peugeot - GC.mp3

Pozo (3'27'') - CT

Al toque que me mandaste el mensaje tuve como la imagen de una cantera que hay en 25 y 513, pasando el Nini, justo ayer la vi, pasamos con mi viejo y la vi y le dije ¡cómo me gustan estos pozos en el medio de la ciudad! pero son dos, es esa cantera y después la que está en frente a Walmart en Belgrano y 511, lo primero que me alucina es esta idea de un pozo en el medio de la ciudad que a la vez es un espacio super rico de vegetación, tienen como diferencias las dos ¿no? la que está enfrente de Walmart ahora está mucho más cercada, se ve mucho menos, es más profunda pero cuando yo era chiquita, iba a la escuela, ahí jugaban partidos de fútbol y me parecía genial como esta cancha inversa ¿no? la idea de pozo, me encantaba ver, un vez, con mi vieja me acuerdo que estaba yendo a tomar el micro y encontramos un cofre de madera que todavía lo tengo, después si voy a lo de mamá te mando una foto, fue un delirio encontrar en esa cantera, un pozo, un cofre de madera y nada, lo abrimos y no tenía nada pero para mi fue re fantástico, la otra que es la que vi ayer en 25 y 513 es un poco más chica y es como mi preferida ahora pero la otra, la que esta frente a Walmart esta, no sé qué pasó, si esta cercada, entonces no se ve tanto, y ésta es un pozo muy claro, es muy profundo, es una manzana, me parece alucinante pensar que hay una manzana entera a la inversa y tiene la típica vegetación de baldío pero viste que hay como dos tipos, uno que es más seco, de yuyos o de cosas más claras, no sé, verdes más claros, amarillos y ésta es de verde más oscuros, parecieran plantas más de sombra, viste, hay una planta que es típica de esos lugares que es un palo que después se hace una hoja medio gorda que tiene como pezuñas, de esas hay un montón y después siempre se ve que hay caminos, en esa creo que hay un camino y como desniveles en el mismo espacio pero sobre todo es ese pozo verde, me encanta pensar en que –quizás ya no es descriptivo lo que te estoy diciendo– pero pensar que en realidad esos pozo son con los que, que de ahí están todas las casas hechas, no sé, pensar que de ahí se sacó la tierra para hacer ladrillos de un montón de casas es rarísimo y ayer justo pasamos con mi viejo y le dije, qué bueno este lugar y mi papá me decía, si a mi me parec... yo no entiend... me encantaría hacer un barrio así como... construir, y pensé, sí, es re obvio que lo van a hacer porque a la vez es como una zona de especulación inmobiliaria zarpada y que el que se avive puede hacer un Venecia ahí adentro.

Pozo - CT.mp3

Punta (1'43'') - A.B.

Cruzar la primera tranquera, ahí donde nos deja el auto. Hay que seguir a pié. El suelo está húmedo, el pasto muy cortito, el sendero es claro y comenzamos a caminar. Hay que cruzar un turbal muy mojado. Hay que tratar de saltar y no meter la pata en el agua porque hay que caminar mucho. De repente empezamos a subir. El bosque se pone cada vez mas oscuro. La tierra es húmeda. Hay unas pequeñas palomitas abajo de los árboles, es lo más claro que hay. Después oscuro y caminar arriba, cuesta arriba, subir. A medida que subimos el bosque se vuelve cada vez más bajito, más enano, más enroscado y aparece el claro. El claro y desde allí podemos ver la cima. Paramos a comer algo y seguimos. En la cima, una punta afilada en la montaña. Hay piedras –ya no hay más árboles– y flores muy chiquitas con olor a chocolate. Estamos muy cerquita y eso es lo que me gusta. Subir a lo más alto y ver qué hay del otro lado. Descubrirlo.

agustina_bianchi.mp3

Tormenta (1'37'') - CS

Ponele que tuviera 12 años en el medio de Laprida, en un camino que daba hacia una chacra pero lejos de los tanques de agua y de los montes. La casilla estaba en el medio, medio, medio del camino, en le medio del trayecto. Era todo tierra. De un lado había un trigal, del otro trigal y la casilla estaba apoyada sobre un largo alambrado. Me acuerdo que había viento. Viento, viste, porque la casilla tenía –por esas cosas me cuesta contar– tenía un toldo así, a una dirección que con el viento hacía ¡plag! ¡plag! así o la agrandaba, viste, no sé cómo decirlo. Hacía ese ruido de loneta golpeadora. Abajo de eso estaba, apoyada sobre el camino de tierra, una de esas mesas y sillas de camping color azul con un bordecito de aluminio o algo por el estilo. Lo que más recuerdo del paisaje es el amarillo-amarillo del trigal que se enfatizaba por que atrás venía una tormenta. Una tormenta gris plomo de esas que traen granizo. Y cuando las tormentas vienen, vienen con un aire extraño, viste, que te hace como sentir extraño, algo emocionante, le suelen llamar calma chicha.

Tormenta - CS.mp3

Tronco (2'07'') - NC

Hay un lugar que para mi, fui hace un tiempo y es un lugar muy fascinante que es una isla que queda en el lago Paimun en Junín de lo Andes. Es una isla en la que vive una comunidad Mapuche que ya no recuerdo el nombre. Pero el lugar, más, más, más, más lindo de esa isla es en la parte alta del bosquecito que tiene que está, digamos, un mirador que está arriba del cementerio de la comunidad. Para mí ese lugar es muy bonito porque vas caminando por la isla, subís un cachito, pasas el cementerio, seguís caminando y empieza como a subir el camino, un un momento hay como unos troncos y hay como, digamos, lo árboles están más bajos, la copa de algunos árboles llega por debajo del horizonte de la mirada y es muy limado porque te quedas mirando el Lanín. En frente de tu cara está el Lanín, el volcán, ahí, quieto. Verlo en el atardecer color rosado por el sol que se apaga despacio, se va poniendo, es uno de los lugares más bonitos que vi en mi vida. Tengo ese recuerdo de ese lugar como un lugar en el que estaba justo con muchos amigos. Tengo un recuerdo, una imagen muy fija de haberlo visto así, de haber estado sentado mirando el atardecer desde el mirador arriba de un cementerio Mapuche, en una isla, en el lago Paimun a setenta kilómetros de... o sesenta kilómetros de... ¿sesenta o treinta y dos? depende, no me acuerdo la cuenta bien, de Junín de los Andes. Un lugar muy genial, fresco. Un volcán rosado.

Tronco - NC.mp3